El gran desafío: lograr flexibilidad ante al cambio sin generar caos o incertidumbre en tu equipo.
El próximo 21/01, comienza la sexta edición de mi curso Product Analytics con Amplitude. Para más información, puedes seguir este enlace.
Uno de los desafíos más interesantes en Product Management implica definir cómo apoyar la agilidad sin perder la dirección o poner en jaque a un equipo bien alineado.
Resulta que, si bien constantemente se pregona acerca de la importancia de la adaptabilidad al cambio, poco se habla de las consecuencias que esto puede acarrear.
Sobretodo, si el cambio llega sin demasiada justificación y no permite a los equipos establecer bases “seguras” sobre las cuáles trabajar.
Si bien puede sonar contraintuitivo, el cambio constante por tan solo ser embajadores de la “agilidad” lleva a situaciones donde:
En lo personal, me tocó lidiar con esto en repetidas ocasiones.
El cambio constante cansa y desmotiva al equipo.
Los “volantazos” o cambios fuertes en la dirección de un proyecto, cuando se vuelven moneda corriente, son un síntoma de que hay algo roto.
Y esto no es una cuestión de falta de mindset de startup.
Incluso muchas startups que se desarrollan en entornos tan dinámicos tienen una dirección que no es negociable y procesos clave bien establecidos.
La flexibilidad al cambio y capacidad de adaptación al entorno deben estar acompañadas por un compromiso a mediano/largo plazo, y por un relativo equilibrio operativo en el día a día.
Un equipo de producto, si bien no necesita respuestas a todo, sí necesita unas pocas certezas que alineen su trabajo en torno a lo qué es más importante.
Dicho esto, cabe destacar que la solución tampoco está ubicada en el otro extremo.
Las razones que llevaron a la popularidad de la agilidad, siguen ahí.
La reticencia al cambio no suele traer buenos resultados. Especialmente en entornos de elevada incertidumbre, volatilidad y riesgo.
No adaptarse al entorno cuándo este te lo exige, puede ser igual de problemático que el cambio constante.
De hecho, incluso puede ser más peligroso, ya que muchas veces este problema no es evidente.
El cambio constante, al menos, genera un poco de caos y ruido en el equipo.
Como Product Manager, debes balancear correctamente tu capacidad de adaptación al cambio con la importancia de establecer bases sólidas de trabajo.
En pocas palabras, tu obstinación por una visión vs la flexibilidad de tu ejecución.
A continuación, te comparto algunas razones que justifican cada lado:
La frase “Sé obstinado en la visión y flexible en los detalles” es bien conocida.
Y tiene su justa razón: la dirección estratégica de una empresa, cuándo está bien establecida, asegura que todos los proyectos sigan un “cauce común”.
De pronto, tanto la visión que plantea el negocio como el producto, siguen objetivos bien articulados y altamente relevantes.
Esto alinea a los equipos y sus ideas en el camino correcto, habilitando así un uso eficiente del recurso más valioso: el tiempo.
A su vez, los procesos clave en la entrega y captura de valor del producto o servicio tienen la oportunidad de ser optimizados de cara al usuario o cliente.
Lo mismo sucede con los procesos internos.
La estabilidad, tanto de procesos como de una estrategia, no debe ser establecida por el mero hecho de “dejar tranquilo” al equipo.
Cada proceso, metodología u objetivo, debe ser merecedor de esta estabilidad.
Sea por una fuerte convicción o por resultados concretos, la estabilidad debe asegurarse únicamente para procesos que realmente aportan un valor agregado al negocio, tanto en el corto como en largo plazo.
Y esta estabilidad debe ser siempre puesta bajo la lupa, para que no caer en costumbres o hábitos que nos alejan de la productividad.
Como mencioné anteriormente, la estabilidad genera zonas de comfort que llevan al equipo a tener rendimientos sub-óptimos o perder de vista oportunidades importantes.
La importancia de la adaptabilidad al cambio está en el hecho de que un plan A, muy rara vez funciona en entornos tan dinámicos.
A su vez, si perseguimos la mejora continua, debemos estar abiertos a eliminar los procesos y prácticas que no aporten ningún valor al equipo.
Por otro lado, el desarrollo de un producto se beneficia de una alta agilidad, ya que permite a los equipos adoptar distintas estrategias de solución y experimentar rápido y barato, en lugar de comprometerse con una sola forma de hacer las cosas por un período extenso de tiempo.
La adaptabilidad mantiene a tu equipo productivo.
Mantiene a tu negocio competitivo.
Y, posiblemente, a tus clientes felices.
De todas formas, es importante no perder de vista que tampoco se trata de una cuestión de desafiar el status quo por que sí.
La necesidad de cambio y la acción que uno toma para ello, debe estar justificada por una fuerte convicción o resultados concretos (al igual que hacemos con lo que dejamos sin cambiar).
Como Product Manager, seguramente tengas que lidiar con escenarios caóticos de cambio constante y/o de estabilidad cuestionable.
Debido a que ningún extremo es bueno, la mejor respuesta a la pregunta acerca de cuánta estabilidad y adaptabilidad asegurar al equipo no es muy certera: depende.
De todas formas, en el “depende” se encuentra el desafío y “divertido” del rol.
No hay reglas escritas, ni estrictos manuales o mejores prácticas para esto.
Debes ser un profundo conocedor del contexto para comprender qué es lo que necesita el negocio, su producto/servicio y tu equipo ahora mismo.
Debes conocer la historia reciente, analizar las restricciones actuales, contextualizar la realidad de la industria y el mercado, entender la estructura y roles del equipo, comprender los objetivos y estrategia del negocio, etc.
A priori, la estabilidad puede ser conveniente para definir planes de carrera que mantengan a un equipo motivado, diseñar y optimizar procesos clave en la entrega y captura de valor al negocio y la definición de una visión estratégica con objetivos claros.
Por otro lado, la adaptabilidad puede resultar muy necesaria al trabajar con metodologías ágiles, al validar iniciativas e ideas con experimentos, al desarrollar productos, documentar decisiones tomadas y crear nuevos procesos.
Pero, a fin de cuentas, el equilibrio ideal entre estabilidad y adaptabilidad es único para cada equipo y negocio, y la mejor respuesta dependerá del contexto.
¡Muchos éxitos!
1. Aprende con Lumi: mi app de microcursos es ideal para desarrollar y fortalecer habilidades de Product Management con pequeñas píldoras de contenido de tan solo 5 minutos.
2. Descubre mis cursos: súmate a mis cursos tanto en vivo como grabados que realizo sobre Product Management. Puedes aprender sobre Product Analytics y Jobs-to-be-done, entre otros temas.
3. Mentorías 1-1: consulta por mi servicio de mentorías 100% personalizadas, donde te acompaño en tu desarrollo como Product Manager y te aconsejo en la resolución de los desafíos que tengas en el camino.
4. Consultoría de producto: acompañó a equipos y empresas a superar los principales bloqueos y obstáculos relacionados con la gestión del desarrollo y diseño de productos digitales.
Conocimiento práctico sobre Product Management en solo 5 minutos, cada martes.